Supongo que hay cosas que se deberían decir y cosas que se deberían de mirar. También hay cosas que jamás se deberían de decir ni mirar.
Aquí deberían estar
algunas de las primeras.
Disculpa la hora,
pero las sombras han crecido tanto
que ya todo es sombra
Y en esta hora
mis manos videntes
dibujan tu nombre
con intenciones de luz
sólo ahora, en la inmensa sombra