Tu sonrisa serena avanzó sobre el aire cansado
que te envolvía, marchito por el dolor del mediodía
y me supo a tristeza al posarse en mis labios
Por el rumor de la eternidad que velaba tu mirada
partió un velero tejido de silencio
desde alguna orilla dormida de los sueños
Al encuentro de las yemas lejanas de tus dedos
navegando sobre el mar mineral
de la espera en cada hora sólo escarcha y hielo
Cargado de consuelo
con la sonrisa más grande izada en las velas
me prendí en la elegancia y en los gestos
El naufragio ocurrió apenas cruzaste la puerta
entre las mesas el murmullo de gente en las copas
a la deriva sobre la espuma de tu cervezas
Con mi pedazo de noche entre las manos
para devolver a tus ojos la luz de las estrellas
me caí de las nubes a los pies de tu belleza
viernes, 30 de marzo de 2018
domingo, 4 de febrero de 2018
Fue la misma brisa inconsciente que apagó la llama lánguida
que se peina en tus pestañas y desata perpleja una borrasca
de aguaceros que avanzan por tu mirada de lluvia
y perfilan lágrimas resignadas sobre el recuerdo quebrado
En algún lugar del pensamiento entre el algodon y los momentos
renacerá esa luz antigua y venerable para prender poderosa en tu alma
sobre los crepusculos de neón y el rumor de los escaparates
Resplandecerá después del dolor la sabiduría de aquellas palabras
que un día apenas susurradas alcanzaron los confines del cariño
desenredadas entre tus manos sobre los lomos viajeros del papel en blanco
Intima y radiante llegarás a la felicidad dorada de las espigas
que anidará en tus gestos y tus silencios en la sazón del mediodia
volvera la brisa insolente a reflejarse en tus pupilas y consciente
vera arder más viva y más alta la llama cuanto más se cierra la herida.
jueves, 11 de enero de 2018
Ahora que caminas por el limbo de la madrugada
y ya enseña sus cartas el día
al compás de tus tacones late el corazón
de un animal dormido que me habita
que embarga mis pensamientos, me domina
Al otro lado del alba todos los conductores te ceden el paso
la calle se colapsa, sus miradas te siguen, se curvan
cuando doblas la esquina y saltas hasta el cielo
ríes, vuelas libre, desordenas mis recuerdos
rematas el sol efervescente tras un quiebro sobre el mar del puerto
los barcos olvidan del decano de los faros
y su rosa de los vientos para evitar la partida
poblar de nuevo el horizonte y echar de menos tu casa
Un pálpito constante que mantiene en la imaginación
un animal salvaje persiguiendo la expresión exacta
que fortalezca tus alas y logra que vuelen más altas
esa sensación vital que sobre de mis manos dibuja
puentes de palabra suspendidos entre las nubes
como una conexión sutil que salva tantos días en blanco.
una emoción imparable, la primera nevada que cubre tu montaña.
Eres.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)